martes, 16 de febrero de 2010

Todo termina saliendo.

Cada noche soñaba con ellos. Merodeaban en la oscuridad, notaba el hedor a carne podrida en el ambiente. No tenían prisa. Su mayor placer era verme dudar,sabían que les temía. Me llevaban siguiendo desde hace 2 días, desde el día que salí del pueblo. Sus siluetas se confundían entre la maraña de selva, y se hacían apenas visibles. Sus risas se habian ido acercando noche tras noche, no me podia permitir bajar la guardia. Andaba de día y también cuando la Luna resplancecía en lo más alto, a cada paso que daba me sentía rodeado por aquellos seres creados por el mismisimo diablo. Cada vez que paraba para escrutar en la oscuridad, oía crujir las ramas secas detrás de mí, a mi izquierda, a mi derecha, por todos lados. Estaba rodeado. Pero ese día empecé a notar los efectos del cansacio, no podía dar otro paso más...Decidí sentarme y posteriormente apoyarme en un árbol para descansar un rato. Los parpados amenazaban con cerrarse. Pero no,no podia dejar que ocurriera eso, debía mantenerme atento con los 5 sentidos. Los oía cerca, me estaban observando desde todos angulos, los veía moverse velozmente. Tenía que dormir...y total,cinco minutos no hacen daño a nadie. Me dejé llevar por el cansacio y me sumergí en un profundo sueño,en el que las bestias estaban encima mía, mordiendome y riendo bajo la luz de la Luna. Me desperté. Que raro,ya no oía las risas. Estas habian sido sustituidas por voces desgarradas que me llamaban...No sé. Me siento extraño,como si fuera otro. Pero bueno,tengo nuevos amigos que me llaman,y me han propuesto seguir a ese campesino que se ha adentrado en nuestro bosque.